27 mayo 2010

Prefiero seguir soñando

Hasta ahora nadie ha sido capaz de probar que esto no es un sueño, porque en los sueños las cosas también parecen ser reales; aún más reales que cuando estás despierto, porque incluso a veces dudas si tu despertar es real o no. Pero en un sueño nunca hay la menor duda; en un sueño uno siempre toma las cosas como si fueran reales.

Se dice de Chuang Tzu que:
Una mañana comenzó a llorar. Sus discípulos se reunieron y le preguntaron: «Maestro, ¿qué haces? ¿Qué te ha pasado?». Chuang Tzu dijo: «Tengo un problema. Esta noche he soñado que me convertía en una mariposa».

Los discípulos dijeron: «¿Pero que hay de malo en ello para que llores y te pongas tan triste? ¡Todo el mundo sueña muchas cosas! No hay nada de malo en que en un sueño te conviertas en una mariposa».

Chuang Tzu dijo: «Ese no es el problema. El problema es que ahora estoy preocupado porque me ha surgido una duda y no sé como llegar a una conclusión. Por la noche Chuang Tzu soñó que se había convertido en una mariposa. Y ahora me ha surgido la duda: puede que la mariposa esté soñando que se ha convertido en Chuang Tzu».

¿Y quién va a decidirlo? Y ¿cómo? Si un Chuang Tzu puede convertirse en una mariposa en su sueño, entonces ¿por qué no puede estar sucediendo lo contrario: que una mariposa posada sobre una flor pueda estar soñando que se ha convertido en un buda? La cosa es sencilla. Chuang Tzu ha hecho surgir una cuestión hermosa y muy básica: ¿Cómo puedes estar seguro de que el mundo exterior no es un sueño? Ha habido muchas filosofías que han intentado probar que el mundo entero es un sueño. Nadie cree en esas filosofías, pero tampoco nadie ha sido capaz de refutarlas.

Lo encontré en un viejo blog: http://www.enlabrecha.blogspot.com y me ha gustado la entrada. Aquí simplemente la reproduzco. Espero que os haga pensar, aunque sea durante 2 segundos, igual que me ha hecho pensar a mí.

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